No tenia previsto hacer ninguna entrada en este blog hasta el jueves. Sin embargo me he visto obligado, y no he podido evitar el sentarme delante de la pantalla de mi ordenador y escribir. Lo hago para mostrar mi enfado, mi tristeza, pero sobre todo, para mostrar mi solidaridad y hacia Jaume.
Jaume es el hombre que sale en la foto. Un compañero de partido y un buen amigo. Una persona leal a sus principios. El 14 de mayo de 2006 Jaume escaló la fachada de los juzgados centrales de lo contencioso-administrativo de Madrid para sustituir la bandera monárquica por una republicana. No hubo violencia, ni premeditación, ni destrucción de la propiedad pública; no se actuó en grupo, ni se ofreció la menor resistencia u oposición al arresto. Jaume alegó durante el juicio que lejos de menoscabar la honorabilidad del país, pretendía poner de manifiesto su convicción política de que "más allá de los símbolos o la pervivencia de reductos feudales del folklore institucional, la adopción de una forma de gobierno plenamente democrática, con una mayor separación de poderes, transparencia y participación, resultaría más favorable para los intereses del conjunto de la ciudadanía".
Jaume, eres una persona digna de admiración. Todo mi respeto y orgullo hacia tu persona. Sólo me queda decir:
VIVA LA REPÚBLICA
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