Hoy, como todos los años por estas fechas, tengo una cita ineludible en este blog. Ayer se celebró el Día Internacional del Orgullo LGTB, y ello no tiene que ser sólo un motivo de festividad, que también puede serlo, sino que hoy más que nunca debemos reivindicar nuestros derechos como personas. Sigue habiendo quienes no los reconocen, quienes no saben tener un gesto positivo con este colectivo, un gesto tan simple como el poner la bandera del Orgullo en los Ayuntamientos durante un día tan especial como el de ayer. Sí, es un día especial porque es el aniversario de los Distubios de Stonewall, ¿hay que recordar lo que paso en Nueva York hace 42 años? ¿Hay que recordar que sigue habiendo más de 80 países donde ser Lesbiana, Gay, Transexual o Bisexual es delito? ¿Hay que recordar cuantas personas pertenecientes a este colectivo es asesinada cada año? ¿Hay que recordar que algunos países siguen aplicando la pena de muerte a personas cuyo único delito es amar a otra persona de su mismo sexo?
En nuestro país mañana hará 6 años que se aprobó una Ley que nos hizo ser vanguardia en Europa y en todo el Mundo, una ley que nos igualaba a toda la ciudadanía, porque como bien defendió Carmen Montón en el Congreso de los Diputados, “es injusto ser ciudadano de segunda por amor”. Es importante recordarlo, porque la reivindicación continúa. La lucha continúa porque el PP ha afirmado que derogará la Ley que permite el matrimonio entre personas del mismo sexo si Mariano Rajoy llega a la Moncloa. No es de extrañar... Ya votó en contra en 2005, ya la recurrió al Tribunal Constitucional, ya intento derogarla en 2007, ya ha demostrado en diversas votaciones del Parlamento Europeo lo que piensan... Y algunos líderes hasta lo han dicho sin tapujos. ¿Recordamos las palabras de Dimas Cuevas, senador del PP por Albacete? Este "señor" declaró que "en las bodas de lesbianas se comerían tortillas y en las de los gays perritos calientes". ¿Recordamos las palabras de Miguel Celdrán, alcalde de Badajoz del PP? Este otro "señor" afirmó refiriéndose a las personas homosexuales que "en la ciudad de Badajoz no existen palomos cojos y si los hay se les hecha para un lado". Ha costado mucho avanzar para tener que retroceder ahora. Ha habido mucho sufrimiento para ahora tener que aguantar a esta gente...
No quiero terminar sin agradecer una vez más a quienes siempre me habéis apoyado, quienes me respetáis y me queréis por ser como soy, especialmente a mi familia y a mis amigos. Gracias por sacarme esas sonrisas que me hacen mirar hacía adelante con más fuerza, optimismo e ilusión.
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