Memoria y Dignidad

Madre, hermanos, con todo el cariño y entusiasmo os pido que no me lloréis nadie. Salgo sin llorar. Cuidar a mi madre. Me matan inocente, pero muero como debe morir una inocente.

Madre, madrecita, me voy a reunir con mi hermana y papá al otro mundo, pero ten presente que muero por persona honrada.

Adiós madre querida, adiós para siempre. Tu hija , que jamas te podrá besar ni abrazar.

Julia Consea.

Besos para todos, que ni tu ni mis compañeras lloréis. Que mi nombre no se borre en la historia.

Hoy, como todos los años en este día, tengo una cita con la historia. Sin embargo, una vez más no sabía por donde comenzar, son tantas las cosas que quiero decir, son tantos los sentimientos que recorren mi cuerpo que he decidido en primer lugar reproducir esta carta que Julia Conesa, una de las trece rosas, escribio a su madre horas antes de morir fusilada en las tapias del Cementerio de la Almudena, tapias de la vergüenza que vieron morir a más de 3000 personas. Julia era modista, durante la guerra trabajó como cobradora de tranvías y a finales de 1937 se aflio a las Juventudes Socialistas Unificadas. El 5 de agosto de 1939 murió asesinada, fusilada por orden de Franco.

Julia tenia 19 años. A Julia le arrancaron la vida por defender la libertad, la democracia, la justicia y el futuro. Dfendió con su vida como miles de personas la Segunda República de cuya promulgación se cumplen hoy 79 años. Sólo puedo mostrar mi orgullo y decir que las heridas abiertas, solo la memoria puede cicatrizarlas.

Yo tan sólo tengo 20 años, soy hijo de la democracia. Sin embargo, estos días veo como esa democracia es azotada, es atacada por quienes están sentando en el banquillo al mejor juez que este país a tenido en toda su historia. Estan juzgando a Baltasar Garzón por investigar los crímenes cometidos en el franquismo. No voy a hacer más valoraciones sobre el tema, porque tengo intención de escribir un artículo más detallado.

Celebremos este día. Memoria y Dignidad para todas y todos vosotros.