Carme, he de confesar que me tienes anonadado. Quiero que sepas que eras mi candidata, y lo sigues siendo aunque hayas querido, o te hayas sentido obligada, renunciar a esta legitima carrera. Creo que ahora mismo eras la persona más idónea para coger las riendas del partido, y para refundarlo, porque este partido o se refunda o habrá dejado de ser útil para la sociedad, puesto que ya se ha quedado obsoleto.
He de confesarte también que el otro día me emocione escuchando tu discurso, porque desde la coherencia, la sinceridad y el respeto dijiste eso que muchas compañeras y compañeros pensamos. Yo quiero participar en el proyecto socialista que líderes, porque es un proyecto que cala en la ciudadanía. Hasta algún amigo mío que no le gusta la política me confesó que en tu discurso se apreciaba sinceridad e ilusión y un claro objetivo de cambio. Entre otras cosas, "querías encabezar un proyecto que recuperara y actualizara las señas de identidad de la socialdemocracia, querías encabezar un proyecto que reafirmara la autonomía de la política frente a los grandes poderes económicos, querías encabezar un proyecto que recuperara la dignidad y el prestigio de la política, tal y como nos han reclamado miles de ciudadanos en las urnas y también en la calle, un proyecto que integrará generaciones socialistas y no las enfrentara." Yo quiero que encabeces este proyecto, que lo hagas hoy o mañana, pero que este gran proyecto tenga futuro.
También creo que te equivocas. Respeto tú decisión, y quizá el famoso dicho de "una retirada a tiempo es una victoria" tenga sentido en esta situación. Sé que con este paso, como tú misma dijiste, lo que buscas es que el "partido socialista de un paso adelante". Creo que te equivocas porque en este momento lo que necesita el PSOE, lo mejor para el partido, es una líder como tú.
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